domingo, 26 de agosto de 2007

He aprendido...



He aprendido que no puedo hacer que alguien me ame.
Lo que si puedo es dejarme amar. El resto depende de ellos.
Que sin importar cuanto me preocupe por alguien, algunas personas simplemente no se preocupan igual por mi.

He aprendido que toma años construir la confianza, y sólo pocos segundos para destruirla.

He aprendido que siempre debo dejar a los que amo con palabras de amor.
Puede ser la última vez que los vea.

He aprendido que puedo soportar mucho más de lo que pensaba que podría.
Nunca seré probado más allá de mis propias fuerzas.

He aprendido sin importar que tan caliente y apasionada es una relación al inicio, la pasión se apagará un día y será mejor que exista algo que pueda llenar su lugar.

He aprendido que bastan unos pocos segundos, para producir heridas profundas en las personas que amamos; y que pueden tardar muchos años en ser sanadas.

He aprendido que a perdonar se aprende practicando.

He aprendido que hay gente que me quiere mucho pero que simplemente no sabe cómo demostrarlo.

He aprendido que sólo porque alguien no me quiere de la manera en que yo lo quiero,
no significa que no me quiera con todo lo que tenga.

He aprendido que no siempre es suficiente ser perdonado por otros.
Algunas veces, debo perdonarme a mi mismo.

He aprendido que no importa que tan roto esté mi corazón; el mundo no parará por mi dolor.

He aprendido que los problemas grandes, no hay que eludirlos mientras más rápido los enfrente, más paz encontraré.

He aprendido que la verdadera felicidad no es lograr mis metas, sino aprender a ser feliz con lo que tengo.

He aprendido que la felicidad no es cuestión de suerte, sino producto de mis decisiones.
Yo decido ser feliz con lo que soy y tengo o morir de envidia y celos por lo que me falta y carezco.

He aprendido que no sólo porque dos personas no están de acuerdo, signifique que no se quieran una a la otra.
Y que si lo están, tampoco significa que se quieran.

He aprendido que soy dueño de lo que callo y esclavo de lo que digo.

He aprendido que hay muchas maneras de enamorarse y permanecer enamorado.
y sólo dos para destruir todo lo alcanzado: La infidelidad y el egoísmo.

He aprendido que sin importar las consecuencias, aquellos que son honestos consigo mismos, llegan lejos en la vida.

He aprendido que escribir, al igual que hablar, puede ayudar al dolor emocional.

He aprendido que retener a la fuerza a las personas que amo, las aleja más rápidamente de mi.
Y el dejarlas ir, las deja para siempre a mi lado.

He aprendido que a pesar que la palabra "amor" pueda tener muchos significados distintos, esta pierde valor cuando es usada en exceso.

He aprendido que amar y querer no son sinónimos sino antónimos; el querer lo exige todo.... el amar lo entrega todo.
He aprendido que si me enaltezco, seré humillado, y que si me humillo, seré enaltecido.

He aprendido que no debo estar muy ansioso para descubrir un secreto, porque este puede cambiar mi vida para siempre.

He aprendido que lo más valioso no es lo que tengo en mi vida sino a quien tengo en mi vida.

He aprendido que no es bueno compararme a mi mismo con los demás.
Pues siempre habrá alguien mejor o peor que yo.

He aprendido que no importa lo que me pase, sino cómo soy capaz de manejarlo.

He aprendido que a veces cuando estoy molesto tengo derecho de estarlo, pero eso no me da derecho a complicarles el día a los que me rodean.

He aprendido que la madurez tiene más que ver con qué tipo de experiencias que he tenido y qué he aprendido de ellas, que con cuantos cumpleaños he celebrado.

He aprendido que mi entorno y las circunstancias pueden haber influenciado para determinar quien soy yo, pero yo soy responsable de quien seré.

He aprendido que el dinero puede comprar todo, menos la felicidad.

Lo realmente importante es...



Este año -lo que va de el- ha sido un enorme reto personal, ya que a veces tenemos unas convicciones tan claras de lo que creemos que esta bien o mal, de cómo son las cosas, de cómo deben ser las personas y de qué podemos esperar de ellas, cuando la realidad es que no se puede esperar nada de nadie.

Hay que dejar que las cosas surjan espontáneamente, que cada quien las sienta y de verdad entienda qué es lo que quiere hacer.

Lo que me llevó a escribir esto, fue el hecho de pensar que muchas veces queremos aferrarnos a algo o alguien como tabla de salvación, para no vivir como náufragos solitarios en este enorme mar que es la vida, pero en el fondo sabemos que esa tabla no es lo que queremos.

Vivimos con este engaño para pasar el momento, o poder seguir sobreviviendo, porque creamos cierto apego emocional, que lo justificamos con la simple frase de “estoy bien”, te quiero, me gusta o me encanta aquello, cuando en el fondo no eres feliz con eso que tienes.

Simplemente cuando vienes arrastrando cosas de tu pasado, relaciones que terminaron por indecisión de lo que realmente se quería o esperaba que fuera, o cuando la rutina llegó al punto de pensar que esa relación ya no era para ti, porque sentías que no había futuro y no se estaba avanzando, entonces te llega la maravillosa oportunidad de replantearte las cosas que son realmente importantes para ti, para sentirte bien tú por lo que eres, no por que nadie quiera que seas de una manera u otra.

No es bueno estar solo todo el tiempo, pero resulta muy interesante poder aprender a convivir con tu soledad, porque tienes el tiempo suficiente para analizar cada uno de tus pasos y descubrir inmensas oportunidad de mejoras para ser aún mucho mejor de lo que eres.

En conclusión, descubrí que lo que realmente importa es, ser siempre uno mismo, tratar a los demás como quisieras que te trataran (y se que muchas veces hemos oído esta frase, pero escucharla y practicarla son cosas realmente muy diferentes), jamás etiquetar a las personas porque te sorprenderías de la infinidades de virtudes que poseen, y que cuando llegues a encontrar al amor en tu vida, o le des paso a una nueva persona, sopeses lo importante que es poder conversar un largo tiempo sin aburrirte.

Ahí entenderás, que quien este a tu lado se convertirá en tu mejor entretenimiento, compañero de penas y alegrías, y vivirás la vida mas intensamente, pudiendo disfrutar de los pequeños detallitos que tenemos en este inmenso mar y al final entenderás que es lo realmente importante.

sábado, 25 de agosto de 2007

ENAMÓRATE DE UN GRAN HOMBRE



(Escrito por un hombre).
Es la primera vez que escribo sobre nosotros los hombres..., hombres que siempre nos caracterizamos por ser el sexo fuerte, aunque muchas veces caemos por debilidad. Un día, mi hermana lloraba en su habitación... Con mucha nostalgia recuerdo, observé que mi padre se le acercó... y le Preguntó el motivo de su tristeza... los escuché hablando por horas, pero hubo una frase tan especial que dijo mi padre esa tarde, que hasta el día de hoy, 8 años más tarde..., la recuerdo cada mañana y me llena de fuerza... Mi padre acariciándole el rostro, le dijo: "Hija mía, enamórate de un Gran Hombre y no volverás a llorar"...
Me pregunté tantas veces, cuál era la fórmula exacta para llegar a ser ese gran hombre y no dejarme vencer por las pequeñeces...
Conforme pasan los años... descubrimos que si tan solo todos los hombres lucháramos por ser grandes de espíritu, grandes de alma y grandes de corazón... ¡el mundo sería completamente distinto!.
Aprendí que un Gran Hombre... no es aquel que compra todo lo que desea, pues habemos tantos que hemos comprado hasta el cariño y el respeto de quienes nos rodean... Mi padre le decía... No busques a un hombre que solo hable de sí mismo, sin preocuparse por ti... Ni a aquel que se pase las horas halagando sus propios logros... No te aferres a un hombre que te critique y te diga lo mucho que deberías cambiar...
¿Para qué quieres a un hombre que te abandonará si no cambias tu perasonalidad?... si no supo admirar la verdadera belleza que hay en ti.
Cuántas veces me dejé llevar por la superficialidad de las cosas..., haciendo a un lado a quienes realmente me entregaban su sinceridad e integridad...
Me costó trabajo comprender que GRAN HOMBRE no es el que llega más alto, ni el que tiene más dinero, casa, carro, ni el que vive rodeado de mujeres, ni mucho menos el más guapo...
Un verdadero y gran hombre...es aquel ser humano lleno de transparencia, que no oculta sus verdaderos sentimientos ni se refugia en vicios y cortinas de humo, es el que abre su corazón sin rechazar la realidad, es quien admira a una mujer por sus cimientos morales y grandeza interior...
Un Gran Hombre, es el que camina de frente, sin bajar la mirada, es aquel que no miente y sabe llorar su dolor...
Hoy, mi hermana esta felizmente casada, y ese Gran Hombre con quien se casó... no era ni el más popular, ni el más perseguido, ni el más solicitado, ni mucho menos el más adinerado... ese Gran Hombre es quien simplemente nunca la hizo llorar..., es quien la hace sonreír por lo mucho que han logrado juntos, por todos sus recuerdos y por cada alegría que comparten...
Ese Gran Hombre, ama tanto a mi hermana que no se cansa de besar sus manos, y mucho menos sus labios... . La quiere por quien ella es... y por lo que son cuando están juntos...
Se lo mando a mis "amigos"... para que hagan crecer a ese GRAN HOMBRE que llevan dentro... y a mis "amigas" para que sepan elegir a ese GRAN HOMBRE. Siendo y Haciendose una Gran Mujer....

EL COMPROMISO DE LA VIDA



Dos años de su vida gastaron María y Eduardo en un noviazgo aparentemente feliz, que se acabó cuando menos se lo esperaron. Fue como si hubieran agotado los temas de conversación que tenían al comenzar, para entrar en una competencia que, lejos de dar trascendencia a su relación, marcaba territorios incompatibles. Finalmente, Eduardo confesó que cuando se dio cuenta de que su noviazgo le reclamaba mas formalidad, tuvo miedo de continuar, porque necesitaba tiempo para saber si María era la mujer con quien realmente deseaba pasar el resto de su vida".
Su caso es el de cada vez mas parejas "modernas" que huyen de la responsabilidad, incluso cuando ya tienen todo preparado para la boda. Quizás no supieron nunca que el verdadero amor no se traduce en "sentir bonito" cuando se esta frente a la pareja y que tampoco significa : "estar de acuerdo en todo lo que se hace", porque cuando realmente se ama a alguien se adquiere el COMPROMISO MORAL de ayudarlo respetuosamente a ser mejor, a que crezca como ser humano en todos los aspectos. Ayudarlo porque él también quiere ser mejor, crecer y cambiar. Cuando se sueña con encontrar al príncipe azul o a! la súper-mujer para ser felices siempre, tendrán que plantearse con toda seriedad si no están esquizofrénicos, porque un mundo así solo se da en las letras o en las telenovelas, donde navegamos a merced de la imaginación del autor, pero no en el mundo, donde el Creador ha dispuesto para los hombres la felicidad y el sufrimiento, los logros y los fracasos, la aceptación y el rechazo, y la lucha constante y permanente, desde que nacemos hasta que dejamos de respirar. Las expectativas femeninas y las masculinas son irreales y poco objetivas. Muchos ni siquiera son capaces de expresar lo que esperan del otro. Yo no soy psicoterapeuta, pero se que en la vida nada es mágico ni gratuito. Los hombres y las mujeres hemos sido siempre los mismos, aunque las circunstancias han cambiado y, en este renglón, no tan positivamente como seria deseable. Hoy queremos que todo sea fácil y desechable, pero eso no es posible en las personas. Nadie esta ya hecho; la vida entera no nos alcanza a veces para irnos moldeando según nuestras metas y proyectos. De la misma manera dos seres inacabados, que tendrían que estar conscientes de que van a esculpirse juntos durante toda la vida. Anhelar un príncipe azul o una súper mujer junto a nosotros NO es un PECADO, pero si puede llegar a convertirse en un obstáculo para ser felices al lado de un ser humano de carne y hueso, con potencialidades y miserias que, como nosotros, necesita comprensión y verdadero amor para perfeccionarse poco a poco. Si hoy tantas relaciones se rompen después de un tiempo de tratarse en su noviazgo, es precisamente porque no estamos dispuestos a trabajar para forjar una relación sana, sincera, basada en el verdadero amor, que no es solo romanticismo, sino prueba constante de fidelidad, lealtad, comunicación, respeto y de humanidad. Hombres y mujeres no se dan tiempo para "habilitarse en pareja", para hablar de si mismos. Para relacionarse con otra persona hay que estar dispuesto a negociar, a manejar enojos, a discutir -no pelear- porque aunque existan puntos de vista diferentes, es posible conseguir objetivos que satisfagan a los dos. Pero eso cuesta. Quizás el problema radica en que nadie desea comprometerse a entablar la lucha por lograrlo. Demasiado egoísmo. Diría yo. Cada día son mas las mujeres y hombres, profesionales, independientes, inteligentes y de éxito, que ven pasar los años sin encontrar pareja. Personas, de todas las clases sociales se encuentran frente al mismo problema. Son Solteros y Solteras, se han quedado atrapados(as) en un espacio dentro de la sociedad actual, muy limitado en cuanto a diversiones y actividades, y se les dificulta mucho encontrar personas en su misma situación, ya no se diga para casarse, sino simplemente para acompañarse y entablar una buena amistad. Ya no existe la palabra "solteron(a)" y su imagen ha cambiado 180 grados, ya no es el hombre o la mujer gris, amargada, vestido como fraile o monja (según sea el caso); ahora son seres impecables, atractivos(as), de muy buen carácter. Que van supliendo la juventud con personalidad, y desarrollo humano e intelectual. Que "hay demasiadas mujeres y pocos hombres" es una idea que se escucha todos los días, y que ha llegado a penetrar profundo en la conciencia de las mujeres de todos los estratos sociales. Este punto se da como un hecho, apoyado en estadísticas generalmente falsas o bastante caprichosas. Pero la soledad no es exclusiva de aquellas personas que son solteras.
Hay mujeres que aun estando rodeadas de mucha gente llegan a sentirse muy solas, y a sufrir de carencias afectivas. También entre mujeres y hombres casadas(os), que comparten su vida con su pareja, es frecuente encontrar "solas acompañadas". Para poder amar verdaderamente hay que renunciar a creer que ese sentimiento es el fin de la soledad, y estar dispuestos a aceptar dos soledades, la del otro y la propia. Y es que amor es confesar:
Si, yo te amo como tu eres... aunque no correspondas a mis sueños y a mis esperanzas, tu realidad me da mucho! mas regocijo que mis sueños..."

Mujercita


Se amable, pero no fácil
Se digna, pero no orgullosa
Ríe, pero no a carcajadas
Mira, pero con recato
Se tierna, pero no flexible
Se alegre, pero no frívola
Conversa, pero con mesura
Se dulce, pero no empalagues
Ama, pero con cautela
Oye, pero no siempre
Se mujer, pero no muñeca

Lo que no dijiste


• Dijiste que podía hacer mis sueños realidad. Pero no dijiste que sólo querías que hiciera realidad lo que tu deseabas para mi.

• Dijiste que luchara por mis ideales. Pero no dijiste que – eso sólo – si también eran tuyos.

• Dijiste que creciera. Pero no dijiste que lo hiciera bajo tus propios límites.

• Dijiste que me escucharías. No dijiste que solamente si decía lo que querías escuchar.

• Dijiste que podía contar contigo, que todo lo hacías por mi. No dijiste que en realidad lo hacías por ti mismo, para sentirte bueno y bondadoso, y excelente en tu labor.

• Dijiste que te sentías orgulloso de mi. No dijiste que tan sólo estabas orgulloso de mis logros. Si no conoces quien soy no puedes enorgullecerte de lo que no conoces.

• Dijiste que podía volar. No dijiste que bajo tus propias fronteras.

• Dijiste que debía seguir mi corazón, sin importar lo que la sociedad comentara. No dijiste que tú no te considerabas parte de la sociedad.

• Dijiste que fuera yo misma. No dijiste que sólo si te agradaba quien yo era.

• Dijiste que siguiera mi propio camino. No dijiste que debía ser de tu aprobación.

• Dijiste que expresara mis ideas y opiniones. No dijiste que las juzgarías si no eran de tu agrado.

• Dijiste que no mentirías, que siempre hablarías con la verdad. No dijiste que únicamente si esta te convenía.
Todo esto es lo que no dijiste - o tal vez – lo que yo no quise escuchar…

Lo que no espero de ti




No espero de ti la perfección,
porque te respeto tal como eres,
y no pretendo que no falles nunca,
porque eres, como yo, un ser humano.

No quiero saber todos tus secretos,
sé que eres una persona aparte.

Ni que cubras todas mis necesidades;
porque comprendo que tienes esperanzas y sueños propios.

No pongo en duda tu fuerza,
porque sé lo lejos que has llegado,
pero tampoco espero que tú lleves toda la carga,
pues yo estoy aquí para llevarla contigo.

No pido que conozcas todas las respuestas:
sé que habrá veces que tendrás tantas dudas como yo.

Sólo te pido que me cuentes como amiga cuando necesites apoyo o alegría,
como socia en los sueños y el futuro,
como consuelo cuando necesites olvidar el mundo exterior.