sábado, 25 de agosto de 2007

EL COMPROMISO DE LA VIDA



Dos años de su vida gastaron María y Eduardo en un noviazgo aparentemente feliz, que se acabó cuando menos se lo esperaron. Fue como si hubieran agotado los temas de conversación que tenían al comenzar, para entrar en una competencia que, lejos de dar trascendencia a su relación, marcaba territorios incompatibles. Finalmente, Eduardo confesó que cuando se dio cuenta de que su noviazgo le reclamaba mas formalidad, tuvo miedo de continuar, porque necesitaba tiempo para saber si María era la mujer con quien realmente deseaba pasar el resto de su vida".
Su caso es el de cada vez mas parejas "modernas" que huyen de la responsabilidad, incluso cuando ya tienen todo preparado para la boda. Quizás no supieron nunca que el verdadero amor no se traduce en "sentir bonito" cuando se esta frente a la pareja y que tampoco significa : "estar de acuerdo en todo lo que se hace", porque cuando realmente se ama a alguien se adquiere el COMPROMISO MORAL de ayudarlo respetuosamente a ser mejor, a que crezca como ser humano en todos los aspectos. Ayudarlo porque él también quiere ser mejor, crecer y cambiar. Cuando se sueña con encontrar al príncipe azul o a! la súper-mujer para ser felices siempre, tendrán que plantearse con toda seriedad si no están esquizofrénicos, porque un mundo así solo se da en las letras o en las telenovelas, donde navegamos a merced de la imaginación del autor, pero no en el mundo, donde el Creador ha dispuesto para los hombres la felicidad y el sufrimiento, los logros y los fracasos, la aceptación y el rechazo, y la lucha constante y permanente, desde que nacemos hasta que dejamos de respirar. Las expectativas femeninas y las masculinas son irreales y poco objetivas. Muchos ni siquiera son capaces de expresar lo que esperan del otro. Yo no soy psicoterapeuta, pero se que en la vida nada es mágico ni gratuito. Los hombres y las mujeres hemos sido siempre los mismos, aunque las circunstancias han cambiado y, en este renglón, no tan positivamente como seria deseable. Hoy queremos que todo sea fácil y desechable, pero eso no es posible en las personas. Nadie esta ya hecho; la vida entera no nos alcanza a veces para irnos moldeando según nuestras metas y proyectos. De la misma manera dos seres inacabados, que tendrían que estar conscientes de que van a esculpirse juntos durante toda la vida. Anhelar un príncipe azul o una súper mujer junto a nosotros NO es un PECADO, pero si puede llegar a convertirse en un obstáculo para ser felices al lado de un ser humano de carne y hueso, con potencialidades y miserias que, como nosotros, necesita comprensión y verdadero amor para perfeccionarse poco a poco. Si hoy tantas relaciones se rompen después de un tiempo de tratarse en su noviazgo, es precisamente porque no estamos dispuestos a trabajar para forjar una relación sana, sincera, basada en el verdadero amor, que no es solo romanticismo, sino prueba constante de fidelidad, lealtad, comunicación, respeto y de humanidad. Hombres y mujeres no se dan tiempo para "habilitarse en pareja", para hablar de si mismos. Para relacionarse con otra persona hay que estar dispuesto a negociar, a manejar enojos, a discutir -no pelear- porque aunque existan puntos de vista diferentes, es posible conseguir objetivos que satisfagan a los dos. Pero eso cuesta. Quizás el problema radica en que nadie desea comprometerse a entablar la lucha por lograrlo. Demasiado egoísmo. Diría yo. Cada día son mas las mujeres y hombres, profesionales, independientes, inteligentes y de éxito, que ven pasar los años sin encontrar pareja. Personas, de todas las clases sociales se encuentran frente al mismo problema. Son Solteros y Solteras, se han quedado atrapados(as) en un espacio dentro de la sociedad actual, muy limitado en cuanto a diversiones y actividades, y se les dificulta mucho encontrar personas en su misma situación, ya no se diga para casarse, sino simplemente para acompañarse y entablar una buena amistad. Ya no existe la palabra "solteron(a)" y su imagen ha cambiado 180 grados, ya no es el hombre o la mujer gris, amargada, vestido como fraile o monja (según sea el caso); ahora son seres impecables, atractivos(as), de muy buen carácter. Que van supliendo la juventud con personalidad, y desarrollo humano e intelectual. Que "hay demasiadas mujeres y pocos hombres" es una idea que se escucha todos los días, y que ha llegado a penetrar profundo en la conciencia de las mujeres de todos los estratos sociales. Este punto se da como un hecho, apoyado en estadísticas generalmente falsas o bastante caprichosas. Pero la soledad no es exclusiva de aquellas personas que son solteras.
Hay mujeres que aun estando rodeadas de mucha gente llegan a sentirse muy solas, y a sufrir de carencias afectivas. También entre mujeres y hombres casadas(os), que comparten su vida con su pareja, es frecuente encontrar "solas acompañadas". Para poder amar verdaderamente hay que renunciar a creer que ese sentimiento es el fin de la soledad, y estar dispuestos a aceptar dos soledades, la del otro y la propia. Y es que amor es confesar:
Si, yo te amo como tu eres... aunque no correspondas a mis sueños y a mis esperanzas, tu realidad me da mucho! mas regocijo que mis sueños..."

1 comentario:

Unknown dijo...

Noooooooooo comadre...esto si que es verdad, pero de la verdadera!