domingo, 26 de agosto de 2007

Lo realmente importante es...



Este año -lo que va de el- ha sido un enorme reto personal, ya que a veces tenemos unas convicciones tan claras de lo que creemos que esta bien o mal, de cómo son las cosas, de cómo deben ser las personas y de qué podemos esperar de ellas, cuando la realidad es que no se puede esperar nada de nadie.

Hay que dejar que las cosas surjan espontáneamente, que cada quien las sienta y de verdad entienda qué es lo que quiere hacer.

Lo que me llevó a escribir esto, fue el hecho de pensar que muchas veces queremos aferrarnos a algo o alguien como tabla de salvación, para no vivir como náufragos solitarios en este enorme mar que es la vida, pero en el fondo sabemos que esa tabla no es lo que queremos.

Vivimos con este engaño para pasar el momento, o poder seguir sobreviviendo, porque creamos cierto apego emocional, que lo justificamos con la simple frase de “estoy bien”, te quiero, me gusta o me encanta aquello, cuando en el fondo no eres feliz con eso que tienes.

Simplemente cuando vienes arrastrando cosas de tu pasado, relaciones que terminaron por indecisión de lo que realmente se quería o esperaba que fuera, o cuando la rutina llegó al punto de pensar que esa relación ya no era para ti, porque sentías que no había futuro y no se estaba avanzando, entonces te llega la maravillosa oportunidad de replantearte las cosas que son realmente importantes para ti, para sentirte bien tú por lo que eres, no por que nadie quiera que seas de una manera u otra.

No es bueno estar solo todo el tiempo, pero resulta muy interesante poder aprender a convivir con tu soledad, porque tienes el tiempo suficiente para analizar cada uno de tus pasos y descubrir inmensas oportunidad de mejoras para ser aún mucho mejor de lo que eres.

En conclusión, descubrí que lo que realmente importa es, ser siempre uno mismo, tratar a los demás como quisieras que te trataran (y se que muchas veces hemos oído esta frase, pero escucharla y practicarla son cosas realmente muy diferentes), jamás etiquetar a las personas porque te sorprenderías de la infinidades de virtudes que poseen, y que cuando llegues a encontrar al amor en tu vida, o le des paso a una nueva persona, sopeses lo importante que es poder conversar un largo tiempo sin aburrirte.

Ahí entenderás, que quien este a tu lado se convertirá en tu mejor entretenimiento, compañero de penas y alegrías, y vivirás la vida mas intensamente, pudiendo disfrutar de los pequeños detallitos que tenemos en este inmenso mar y al final entenderás que es lo realmente importante.

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